miércoles, 23 de abril de 2008

Argentina

El gaucho
Indumentaria en el folklore según las épocas

Primera época

Desde el último tercio del s. XVIII (1770/80) hasta el comienzo del período 1810/20. Este lapso corresponde a la desintegración de la sociedad colonial con patrones españoles y a su definición como "criolla" o nacional, sin abandonar completamente la herencia cultural de España. Es el final de la edad del cuero y el cambio hacia la era de la carne salada, de la economía cimarrona a la cría y engorde de ganado. Es el tiempo del desjarretador y la boleadora.

Botas de fabricación propia, de cuero lonjeado o no, de vaca o ternera, de yegua o potro o de gato. Generalmente cortadas a medio pie, es decir con todos los dedos al descubierto, en cuyo caso, que era también lo más frecuente, sin medias. De tratarse de un estanciero o de hombre más prolijo, la bota era cerrada y usaba medias de lana o de algodón, hasta las rodillas, de uno o varios colores. Las cañas de las botas o iban estiradas y sujetas con una guasca o una cinta con borlas, de tejido color vivo, llamadas ligas o se doblaban casi al tobillo. A estas botas iban sujetas, siempre que el hombre estuviera sobre el caballo o en pie de marcha, unas grandes y pesadas espuelas, de bronce amarillo, de plata o de hierro forjado. Las más usadas eran las de bronce - llamado latón por los españoles - metal amarillo o las de buena plata del Perú.

De la cintura hacia abajo cubría su cuerpo con dos prendas superpuestas: la interior, un calzoncillo de piernas largas hasta la pantorrilla, de algodón o de hilo (lino), con o sin calados o cribos y con un fleco en sus bajos, también de largo variable.Sobre los calzoncillos, unos calzones de corte de la época, es decir ajustados a las caderas y muslos, largos hasta la rodilla y con un corte lateral desde el bajo hasta el medio muslo, corte con ojales y con botones de metal, latón, plata y, excepcionalmente, de oro. Se confeccionaban con un pañete de lana, aunque los más comunes lo eran de triple (especie de terciopelo de lana generalmente rojo o azul); de bayeta o de pana. Los colores más frecuentes eran los ya mencionados, el negro, el castaño y el verde. Cada vez con mayor frecuencia estos calzones eran sustituídos por un rectángulo de tela o jerga, llamado chiripá o medio poncho. Sujeto a la cintura y enrollado a las caderas, como un mandil o mantila, pero puesto de atrás hacia adelante, con el cruce abierto sobre la pierna derecha. Tanto los calzones como el chiripá, se sujetaban a la cintura con un ceñidor (cinta de aproximadamente diez centímetros de ancho) de seda, con flecos o borlas en los extremos, o faja, de lana tejida en telar, como los ponchos.

Sobre esa faja o ceñidor iba, a veces, el cinto propiamente dicho, llamado tirador, confeccionado con tela (seda, terciopelo) o de cuero fino (tafilete, gamuza) o de ambos materiales, combinados con un gran bolsillo atrás y otros dos a los lados, cerrado al frente con varias hebillas o con abotonaduras de metal (plata, latón), llamadas más tarde "rastras".

El ceñidor y el tirador servían para sujetar el cuchillo o daga o puñal, siempre sobre los riñones y envainado de derecha a izquierda y de arriba abajo, de tal modo que el codo derecho flexionado fácilmente tocara el extremo de la empuñadura.

Cubríanse el torso con una camisa también de crea, de algodón o de lino (hilo). Encima de la camisa, el armador o chaleco de pañete, especialmente en invierno, una chaqueta, chupa o chamarra.

En la cabeza, de cabellera larga y generalmente trenzada atrás o en coleta, un pañuelo grande de seda o de algodón, de colores vivos, sujeto en triángulo cubriendo el casco y frente u atadas sus puntas a la nuca o flotante alrededor de la cabeza y cara y atado bajo el mentón.

Sobre el pañuelo o sobre el cabello, cuando no había pañuelo, un sombrero de castor o fieltro, gacho, de anchas alas y copa relativamente baja o un "panza de burra"de alta copa y alas cortas o un sombrero blanco de "cuzco", casi un galerín de copa redonda y alas cortas, hecho con una pasta de lana de llama y vicuña blanca. O, finalmente, en verano, un pajilla venido del Ecuador o de Panamá, de tejido de palma, de anchas alas y copa más bien alta. Todos con barbiquejo o barbijo, lo más frecuente de cinta de seda negra y una borla en el extremo, el corredor de madera forrada de hilo, de seda o de metal.

Salvo ciertas ocasiones, el hombre de a caballo iba siempre cubierto por su poncho. Sobre las postrimerías de este período se extendió, por influencia militar, el uso de un poncho de bayeta azul, con forro colorado, que, por ser dado por el Estado, fue llamado "Patria".

A veces sobre la cabeza sólo llevaba el pañuelo o un gorro de manga, conocido también como de Pisón, de uso militar y, entre los indios al servicio del rey y la marinería, de paño azul o colorado, aunque también los hubo verdes.

Estos atuendos eran usados o desechados temporalmente, conforme la ocasión (visitas sociales, trabajo rural, carreras, etc).

Segunda época
Desde aproximadamente 1821 hasta el período de los conflictos internos, alrededor de 1870. Período de la conformación o consolidación nacional, de guerras civiles, de caudillismo, de la carne salada, del comercio, del comienzo de la inmigración europea.

La bota de potro se mantuvo como predilecta indiscutible, tanto en el uso rural como entre las tropas nacionales. Sólo fue, poco a poco, desplazada en las preferencias de estancieros, mayordomos y oficiales, por las botas fuertes, de confección, de uso obligado entre estos últimos nombrados. Botas de cuero curtido, de caña semidura (relativamente blanda en el tobillo), con un corte en su borde superior y posterior, cordón con una o dos borlas al frente o en su cara externa, conocidas como granaderas o currutacas. La forma del pie bastante aguda pero con la punta roma, casi mocha y tacones bastante altos. Siempre negras. En cuanto a los más modestos peones o tropa de línea, utilizaban la bota de potro o bien iban descalzos.

En la segunda mitad de este período aparece la alpargata, nuevo tipo de calzado de uso popular, aportada por los vascos.

Las espuelas mantienen su forma pero ya no se fabrican en latón o bronce, sino de hierro. Las de plata siguen siendo las de mayor uso entre los más pudientes.

El calzoncillo cribado mantiene su uso universal entre las distintas clases, en el ámbito rural; tan sólo se alarga, desde la media pierna casi hasta los pies y se ensancha exageradamente abajo.Las franjas o cribos acentúan su lujo y calidad con motivos florales y, a veces, con iniciales y palabras completas.

El calzón de origen español es sustituído por el chiripá. Los estancieros y mayordomos, lo cambian por un pantalón de tipo militar de caballería y luego (desde 1835-38) en adelante, por la bombacha.

Faja de lana, de algodón o de seda y de colores, larga, a veces con flecos en los extremos.

Cinto de tirador: se mantiene.

La camisa mantiene las mismas características, materiales y forma de la primera etapa.

El chaleco sólo cambia algo su forma, por las variantes de la moda en los medios urbanos, que se trasladan alámbito rural. Los bolsillos pierden sus tapas, se usa más corto y de abertura mayor, disminuye la cantidad de botones que ahora son forrados o de metal o de concha, teñidos de color y muchas veces colgantes a modo de gemelos; se ciñe aún más al torso, las solapas se hacen de otro material y con bordados. Las telas predilectas para su confección son la seda, el mordoré, la pana y el terciopelo. Los bordados, finos y pequeños, son en colores y jasta en hilos de oro y plata.

La chaqueta mantiene sus características de forma y materiales de confección y se le aplican pequeños bordados o, con mayor frecuencia, adornos de trencilla o "pinos".

Se mantiene el uso del pañuelo.Entre los militares, estancieros y mayordomos comienza a usarse un corbatón o pañuelo más pequeño, usado como tal, generalmente de seda y otra tela liviana, hecho un moño o en nudo de corgatín con dos puntas.

El sombrero sigue siendo el chambergo o el de pajilla en verano, con su barbijo, al que las guerras intestinas agregan una cinta en la base de la copa, con alguna inscripción alusiva a esos conflictos, llamada "divisa". Los militares de rango y estancieros (y sus mujeres cuando van a caballo) adoptan en este período el sombrero de copa o galera,. En algunos cuerpos militares se acentúa el uso del gorro frigio, al que se agregan cintas de color y cocardas con significado político. Hacia la mitad de esta etapa aparece la boina, que adquiere un creciente uso rural. Poco a poco van perdiendo vigencia los sombreros panza de burra y los de fieltro blanco ("del Cuzco").

El poncho mantiene plena vigencia, generalizándose cada vez más los de confección industrial europea (ingleses), tanto los de lana para invierno, como los de algodón y aún de seda, livianos, para verano. Pero el que adquiere uso universal es el "patria".

Tercera época
Desde fines de la anterior, hasta aproximadamente la segunda década del s. XX. Corresponde al periodo militarista e institucionalista. Es el fin de los caudillos rurales, la era de la industria y de la tecnificación, del alambrado de los campos, de la refinación de las especies de ganados, del desarrollo de la agricultura y de la muerte y la transfiguración del gaucho, en paisano, en orillero o en matrero. Es la era de la bombacha y la bota fuerte. Es el paso del saladero al frigorífico.

Durante buena parte de esta época, conviven prendas y usos correspondientes a los dos grandes ciclos vitales del hombre rural rioplatense: el del gaucho y el del paisano. Al primero lo caracterizan las botas de potro, el chiripá, el facón y el chambergo, con pañuelo atado, debajo. Al segundo, la bota fuerte y la alpargata, la bombacha, el pañuelo hecho galleta, al cuello y la boina de vasco.

En esta etapa se dan sin excepción, casi todas las combinaciones posibles entre las prendas caracterizantes de ambos ciclos.

Así, entre los peones troperos, carreros,es decir los más modestos trabajadores del campo, pueden encontrarse hombres vestidos con:

1. botas de potro, calzoncillo largo, chiripá de apala y de bolsa de arpillera, faja de lana, camiseta de lana, chaleco, pañuelo al cuello y chambergo o boina de vasco.

2. botas fuertes, calzoncillo y chiripá igual que anterior, faja y cinto "chanchero", camisa (a rayas, a cuadros o lisa); blusa "corralera", pañuelo, cchambergo o boina.

3. botas fuertes, bombachas, faja y cinco "chanchero"camiseta o camisa; saco o "corralera"; pañuelo, chambergo o boina.

4. alpargatas, calzoncillo de lana; chiripá de bolsa, faja, camiseta, chaleco, pañuelo, chambergo o boina.

5. alpargatas, calzoncillo cribado, chiripá de chal, cinto de tirador, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo.

6. alpargatas, bombachas, faja, pañuelo, boina

Y muchas más variantes. En los casos de capataces, mayordomos, administradores y hacendados o estancieros, vestirán con las lógicas diferencias, las mismas prendas que los anteriores, también en diversas combinaciones, aunque no sin lógica, con alguna unidad de criterio:

1. Botas fuertes, calzoncillos, chiripá de merino negro con trencilla, faja,cinto, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo.

2. Botas fuertes, bombachas, cinto, camisa, chaleco, saco, pañuelo, chambergo.

Todos, sin excepción, agregarán como complemento indispensable, liviano o de invierno, la única pilcha de uso verdaderamente universal del medio rural rioplatense, la que atravesó como una bandera triunfante todas las épocas y todos los estratos sociales: el poncho.

En el vestir espontáneo y funcional, decorativo, simple, rudo, colorido a veces acompadrado o cursi, de los hombres de campo no hubo cánones, pragmatismos, reglas o modas. Fue la natural expresión de una escala de valores propios de su cultura, donde la función, la practicidad y la fantasía fueron siempre aliados inseparables de la necesidad, el hábito y la ocasión

Bailes Tipicos

La Chacarera

Pertenece al grupo de danzas picarescas, que a su vez provienen de una antigua generación de bailes europeos que, a fines de la colonia, fueron irradiados desde el Perú hacia todas partes (excepto Brasil).

Existen pocos documentos que documenten su arraigo y es imposible saber si se bailó antes de 1850. Pertenece al folklore vivo, pues aún se baila al natural en los ambientes populares de algunas provincias (Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, sur de Jujuy). Se recogieron chacareras con los nombres de Chacra y Molino, en el oeste de la provincia de Córdoba.

Dama: zapatos de cuero de tacón mediano. Vestido de zaraza en dos piezas: falda con mucho vuelo y adornada con amplios volados aplicados y bata abotonada adelante, con volado puesto como sobrefalda y otros en el borde de las mangas y alrededor del cuello.
Peinado: en una o dos trenzas sueltas.

Caballero: botas acordeonadas, con o sin espuelas. Bombacha y chaqueta típica, cortita, de bordes rectos con adornos de alforcitas o nido de abeja, llamadas encarrujadas. Camisa, cualquiera color blanco o de otro color. Faja. Tirador con rastra o cinto ancho con bolsillos. Pañuelo de seda al cuello con las puntas a media espalda. Sombrero de copa baja, con barbijo; de colores gris, negro o marrón. Cuchillo a la cintura.

La Zamba
Deriva de una danza peruana que diera origen a la Zamacueca. Aquella danza - Zamba - se conoció en Argentina alrededor de 1815 y fue absorbida por la Zamacueca, aunque siguió utilizándose el nombre de Zamba para referirse a la Zamacueca o Cueca, que será más lenta o más rápida de acuerdo con el lugar en que se baile y el intérprete que la ejecute. En cuanto al uso del nombre, sirva como ejemplo que en la provincia de Tucumán se utilizan los nombres de Zamacueca o Chilena o Zamba o Cueca, en la de Formosa Zamacueca o Chilena y en la mayor parte del país, Zamba o Cueca. En Santiago del Estero, Tucumán y Salta se asimilan Zamba o Chilena.

Es muy probable que la Zamacueca haya ingresado a la Argentina por la provincia de Mendoza, hacia 1825. Luego se expandió hacia el noroeste.

Dama: medias de muselina, zapatos de cuero con taco, no muy alto. Pollera larga y amplia. Corpiño de la bata bien ceñido, hasta la cintura, terminando en un volado ancho. Mangas largas amplias en la unión con el corpiño y estrechas en el antebrazo. De escote cerrado con algún cuellito. volado ancho rodeando la espalda, hombros y sobre el busto.
Peinado: dividido en dos bandas de cabello recogido en torzada baja sobre la nuca.

Caballero (de la campaña): botas altas acordenonadas en su parte inferior, colocadas encima del pantalón. Pantalón, camisa blanca o de color, faja de lana provinciana, puntas colgantes hasta medio muslo, sin cinto. Saco largo claro, abotonado bien arriba y abierto abajo. Poncho de verano al hombro. Sombrero panamá de alas anchas, copa baja y barbijo.

Atuendos típicos Correntinos

De acuerdo a los lugares de asentamiento , como así también a los distintos acontecimientos y vivencias ; las vestimentas del paisano tienen las siguientes características:

Zona ganadera : en esta área, la indumentaria se compone de bombacha, generalmente de colores oscuros y de un solo paño.

Por su parte, la camisa es de algodón, de traza lisa de colores semi -oscuros, predominando los marrones y los azules. El pañuelo también es de algodón, diferenciándose sólo por el color de su divisa política (rojos y azules). La faja es tipo vasco. Su color guarda directa relación con el pañuelo y nunca es listada como trata de imponerse por la influencia de intereses foráneos. Sobre la faja luce el ancho cinto de 2 ó 4 hebillas para realizar las faenas cotidianas y con rastra en su atuendo para fiestas. El mencionado cinto se distingue de los utilizados en otras regiones por el uso de la revolverá, guayaca(a modo de monedero) y guarda -documentos o papeles.

El cuchillo lo coloca sobre el lado derecho de la cintura y en la parte posterior de la misma, aprisionándolo entre la faja y el cinto; es un elemento de trabajo que acompaña con la chaira, elemento que sirve para sacarle filo. Sobre la bombacha acostumbra a llevar el llamado guardamonteo montera, que como su nombre lo indica, sirve para preservar del monte la ropa de labor. Su confección es muy sencilla: se emplean dos paños de lonetas de forma rectangular, superpuestos unos 10 centímetros en la cintura, con una cinta del mismo material, del largo que permita sujetarla al cuerpo. Abierto los paños hasta la altura de las rodillas, donde comienza una costura del largo de la pierna , con cierta amplitud hasta los tobillos; allí se ata nuevamente. Sobre el guardamonte o independientemente de él, calza las clásicas canilleras, hechas también de lonetas y de forma rectangular, del largo de la pierna y hasta la rodilla aproximadamente de medio metro de ancho, de modo que dé dos vueltas a la pantorrilla. La canillera se sujeta mediante un primoroso trabajo en lana, a modo de correa; de su extremo penden borlas que reafirman su color partidario. Complementa el atuendo el viril capí bará (cuero de carpincho hecho tirador) ; esta prenda tiene doble finalidad: a veces se lleva arrollada al costado de la cintura para tirar el lazo, evitando que tan dura tarea lastime la cadera. De ahí el nombre de tirador.

Otras veces, esta prenda cuelga airosamente de la cintura a los pies; entonces los flecos de la misma producen sostenidos sones de "bajo", cuya finalidad es la de asustar a los animales y de esta manera, sacarlos de un brete a otro en los corrales. En esta tarea acompaña la musicalidad de la espuela mesopotámica con carácter netamente correntino, pigüelo largo de hierro por lo general con dos chapitas circulares (llamadas guardapolvos), que encierran las rodajas de 10 centímetros de diámetro, cuyos bordes terminan en agudas púas de cinco clavos usados por los domadores; o bien por un redondel profusamente estrellado. Las espuelas se aseguran al empeine con tiras de tiento. Su infaltable rebenque o guacha enana, el poncho o ponchillo de tipo vicuña o también de los colores de su divisa partidaria. Para este atuendo el paisano se calza con alpargata . Las características del sombrero son: copa chata y redonda, el ala varía desde los 6 a los 10 centímetros, indefectiblemente de paño de color negro (no de otro color), el barbijo de finas tiras de cuero o lana, cuya terminación complementan pequeñas borlas de color partidario, color que también lleva la cinta con la que veces se remplaza el cintillo del sombrero. Al sombrero lo llevan en forma recta o quebrada el ala sobre la frente.

Otras zonas: En otras áreas de la provincia son muy pocas las variantes en este atuendo de trabajo. Puede llevar o no las canilleras y la montera o prescindir del tirador y las espuelas, según las tareas a realizar. El sombrero es quizás el elemento más indentificatorio de las diferentes zonas; así tenemos que en la costa del Río Uruguay y zona central se utiliza el sombreo de ala ancha (de 10 centímetros) y hacia el oeste, cruzando el Río Corrientes, se usa en mayor proporción el sombreo de ala angosta, de 6 a 8 centímetros de ancho.

Variantes domingueras y para días de fiestas


En estas oportunidades el paisano usa bombacha que causa admiración. Son de una una amplitud inmensa, disimulada en pequeñísima tablas (de 30 a 50 en cada pierna) repartidas en los paños anteriores y posteriores. Los colores más usados son el negro, marrón, azul y, en menor proporción, el blanco. La camisa, por lo general, es blanca y lisa.
El cinto es de cuero de carpincho o cuero curtido, con los mismos aditamentos que para el uso diario . También hay cintos de otros cueros pero siempre con las misma características. La diferencia fundamental se da en la rastra, que luce en la parte central de la cintura. Ésta se sujeta al cinto por medio de 6 cadenitas de plata o metal blanco, terminadas en botones del mismo material. Si no lleva rastra, tiene como adorno una hebilla grande que se extiende a todo lo ancho del cinto (de plata o metal blanco con sus iniciales) o con cuatro hebillas como uso diario. Las partes metalizadas pueden llevar incrustaciones de oro. El tirador es de ciervo, aunque de uso poco habitual . El pañuelo es ancho, de seda y colocado en forma triangular, que llega hasta el medio de la espalda; con sus iniciales bordadas en las puntas o anudado al frente en la forma tradicional. El sombrero es el mismo, siempre de color negro , adornado el barbijo con apliques y correderas de plata.

El calzado también se constituye en otra de las grandes variaciones del atuendo fiestero. En lugar de la tradicional alpargata, se usan botas de caña altas y duras (denominada por los lugareños granadera), levemente corrugada en los tobillos, generalmente de color marrón y con menor profusión de color negro. Esto en lo que hace la zona ganadera; cruzando el Río Corrientes, se usan botas de caña no muy alta, que sobrepasan la media pierna, lisa, generalmente negra. Completan este atuendo el poncho o ponchillo con el color de su divisa partidaria, puesto sobre la espalda o tirado sobre el hombro izquierdo o colocado en bandolera; el cuchillo y su guacha enganchada en él. Un agregado caté (gente de mejor condición social) es el saco cruzado con cuatro botones, de color similar a la bombacha, formando traje.

Vestimenta de la mujer
Se compone de blusa, enagua y pollera. La blusa puede ser de color blanco o con su estampado de motivos chicos y realizado en variados colores. Las características son: un amplio volado en el cuello, mangas hasta el codo con terminación de puntillas, igual que en el cuello (la puntilla a veces es remplazada por la misma tela trabajada). La falda o faldón, se usa indistintamente dentro dentro o fuera de la pollera; también puede ser una blusa más sencilla, sin adorno, solamente con cuello y mangas hasta el codo.

La pollera es amplia y está confeccionada en tela de algodón de colores intensos, lisos o floreados, con un ancho volado en el ruedo, cubriendo casi toda la pantorrilla.

La enagua o bajo es de tela de algodón, muy amplia y con apliques de puntillas realizadas a mano. Se utiliza para armar la pollera. La dama se calza con alpargatas o zapatos con presilla en el empeine y tacones.

Por último, la dama va peinada con dos trenzas, sujetadas con cintas en las puntas, que al igual que su pañuelo de cuello (no siempre utilizado), son del color de la divisa partidaria.

Informacion tomada de El Folcklore Argentino

Encontraran videos, fotos y mucha informacion util en la pagina del Ballet Folklorico Argentino.

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